El peso mexicano cerró la jornada de este miércoles 10 de mayo en 17.55 unidades por dólar, su mejor nivel desde julio de 2017. A pesar de lo positivo que es el resultado, especialistas coinciden que esto tiene su lado negativo, principalmente para exportaciones, turismo y remesas.
Enrique Quintana, vicepresidente y director general editorial de El Financiero, escribió en su columna de este miércoles que “un dólar muy barato puede afectar negativamente a las exportaciones mexicanas, en virtud de que hace perder competitividad a productos que para generarse requieren pagar insumos en pesos.”
La moneda mexicana alcanzó los 17.55 pesos luego de que el dólar se debilitara, derivado del informe de inflación de abril para la economía estadounidense. Lo anterior hizo que el peso sacara ventaja y se consolidara como la segunda moneda con más ganancias del día.
En su columna, Quintana explica que hay tres aspectos de la economía que resultan afectados por el crecimiento del ‘superpeso’ mexicano, además de dos que son beneficiados, esto recalcando que no se trata de buscar deliberadamente el encarecimiento del dólar.
¿Qué aspectos de la economía son afectados por el fortalecimiento del peso frente al dólar?
Tal como lo explicó Enrique Quintana, las principales afectadas tras el fortalecimiento del peso frente al dólar son las exportaciones mexicanas, ya que los productos que requieran pagar insumos en pesos para regenerarse, pierden competitividad.
Otro aspecto son las remesas, es decir, el dinero que llega al país de familiares que ganan en dólares y viven en otros países, ya que su poder de compra es menor.
¿Quiénes salen ‘ganones’ del fortalecimiento del peso frente al dólar?
El director de El Financiero explica que los beneficiarios de que el dólar sea barato son los importadores, ya que se abaratan los productos y servicios. En el aspecto político, los otros beneficiarios son los funcionarios de Morena y la 4T, “que logran crear la narrativa de que un dólar muy barato es un signo de fortaleza de la economía mexicana.”
“De lo que se trata es de observar la trayectoria a la baja de la inflación y reconocer que, con los niveles actuales de las tasas reales de interés, México es uno de los países que aplica una política monetaria más restrictiva a nivel global. Estamos apenas atrás de Brasil y poco más arriba que Chile entre los países con tasas reales más elevadas”, explicó el columnista.
De acuerdo con su análisis, es posible que México creciera a un ritmo más elevado que el que actualmente tiene si las tasas de interés fueran más bajas y el dólar menos barato.