Vladimir Kara-Murza Jr., un conocido activista opositor que sobrevivió en dos ocasiones a envenenamientos de los que acusó al Kremlin, llevaba un año encarcelado.
Consideró como políticos los cargos en su contra y comparó su proceso judicial con los juicios teatrales celebrados durante el mandato del dictador soviético Josef Stalin.
En su última comparecencia la semana pasada, Kara-Murza dijo que seguía estando orgulloso de plantarse frente a la “dictadura” del presidente, Vladimir Putin, y su decisión de enviar tropas a Ucrania.
“Sé que llegará el día en el que la oscuridad que envuelve a nuestro país se aclarará”, dijo Kara-Murza en su declaración la semana pasada, compartida en redes sociales y medios opositores rusos.
“Y entonces nuestra sociedad abrirá los ojos y temblará al darse cuenta de los terribles crímenes cometidos en su nombre”.
Amnistía Internacional criticó la sentencia como “otro escalofriante ejemplo de la represión sistemática sobre la sociedad civil, que se ha ampliado y acelerado” desde que el Kremlin envió sus tropas a Ucrania.
“Este veredicto equipara erróneamente el activismo de derechos humanos con ‘alta traición’ y recuerda a la represión de la era estalinista”, indicó la directora de AI en Rusia, Natalia Zviagina, en un comunicado.
El grupo declaró a Kara-Murza un “prisionero de conciencia” condenado sólo por sus opiniones políticas y reclamó su liberación inmediata e incondicional.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó hacer comentarios sobre la sentencia.
Los cargos contra Kara-Murza derivaban de su discurso el 15 de marzo ante la Cámara de Representantes de Arizona, en el que condenó las acciones militares rusas en Ucrania. Los investigadores añadieron los cargos de traición cuando ya estaba detenido.
Rusia aprobó una ley que penaliza la difusión de “información falsa” sobre su Ejército poco después de enviar sus tropas a Ucrania el 24 de febrero de 2022. Las autoridades han utilizado la ley para sofocar las críticas a lo que el Kremlin llama “operación militar especial” en Ucrania.
Kara-Murza, quien es periodista, era colaborador del líder opositor ruso Boris Nemtsov, quien fue asesinado cerca del Kremlin en 2015.
El activista sobrevivió a envenenamientos en 2015 y 2017 que atribuyó al Kremlin. Las autoridades rusas negaron cualquier responsabilidad.
La salud de Kara-Murza se ha deteriorado en prisión, lo que le provocó una polineuropatía en los dos pies, según sus abogados.
Otro opositor importante, Ilya Yashin, fue condenado a finales del año pasado a ocho años y medio de prisión por cargos de difamar al Ejército.
Varias decenas de periodistas independientes exigieron previamente la libertad de Kara-Murza en una carta, en la que acusan de “infundadas” y “cínicas” las acusaciones, y de político el proceso judicial abierto contra el opositor.
“Kara-Murza es un auténtico patriota que en los primeros días de la guerra ya se pronunció contra la agresión rusa (…). Pero hoy en día en Rusia abogar por la paz y el cese de la guerra es un crimen“, señalaron.
Según la embajadora estadounidense, Lynne Tracy, “la persecución penal de los críticos del régimen es una muestra de debilidad y no de fuerza“.
Por su parte, la embajadora británica en Moscú, Deborah Bronnert, dijo estar consternada por el fallo, que relacionó con “las valientes declaraciones” del activista contra la intervención en Ucrania.
Con información de AP y EFE