- El camino entre Kostyantynivka y Bajmut es como caerse desde el precipicio de la civilización.
Los constantes “bum” del fuego de tanques indican que te acercas a una de las zonas de más activas de la primera línea en la región oriental del Donbás en Ucrania.
También muestran que el cese al fuego de 36 horas que declaró Rusia por la Navidad ortodoxa estaba solo escrito sobre papel.
“Lo prometieron, pero ni lo vemos ni lo sentimos”, dice Oleksandr, soldado ucraniano.
Las explosiones constantes de artillería refuerzan su visión. Un proyectil impacta a 50 metros del lugar donde conversamos.
Salto. Oleksandr no se inmuta. “¿Para qué fue eso?”, se pregunta.
Es una inquietud perfectamente razonable dado que estamos en una plaza prácticamente destruida.
“Todo es una ruina. Mueren civiles, soldados, nuestra gente está muriendo”.
Navidades en el sótano
Las fuerzas rusas se sitúan en el borde oriental de la ciudad, a unos 2 km. Lo han dado todo intentando capturar Bajmut desde el verano para avanzar más hacia el oeste, pero la ciudad no ha caído.
El pasado jueves, Vladimir Putin anunció una tregua que sus tropas contemplarían en la primera línea.
Empezaba el viernes a mediodía y duraba hasta el sábado a medianoche. Según Putin, el cese al fuego era para que los cristianos ortodoxos celebraran su navidad.
Ucrania lo rechazó de inmediato. No parece que fuera un día para marcar para los que quedan en Bajmut.
Mientras rastrilla hojas en un contenedor, Sergiy, un civil, me demuestra que estoy equivocado.
“No le desearías esto ni a tu peor enemigo, pero hemos celebrado la Navidad como siempre“, dice.
“Pusimos decoraciones y un árbol de Navidad, aunque lo celebramos en el sótano”.
Ciudad vaciada
Uno no espera encontrarse con alguien que no sea un soldado dentro de la ciudad. De una población original de 50.000, aquí solo quedan alrededor de 2.000.
Vehículos militares se desplazan con urgencia sobre las vías heladas. No podemos permanecer en el mismo lugar por más de cinco minutos. Eso nos haría un objetivo.
Es difícil imaginar que los bombardeos sean más intensos, pero Sergiy asegura que ahora todo está relativamente tranquilo.
“¿Ves que allí no hay techo?”, pregunta.
“Sonó fuerte. Cuando impactaron la estación de autobuses, sonó fuerte. Cuando le dieron a este poste de luz, también sonó fuerte. Esto ahora está tranquilo”.
Zona acostumbrada a la guerra
La declaración de tregua de Putin fue significativa. Fue la primera vez que se usó un lenguaje así de cualquiera de los dos bandos desde el comienzo de la invasión.
El este de Ucrania, sin embargo, lleva en guerra desde 2014, siendo un punto focal de agresiones rusas desde que Moscú comenzó a apoyar a militares separatistas en la región.
Ha habido numerosos intentos de cese al fuego estos años. La mayoría han fracasado. En esta ocasión, pocos esperaban un respiro en Bajmut.