La inflación en Estados Unidos se desaceleró por octavo mes consecutivo y llegó a 6.0 por ciento anual en febrero, en línea con las expectativas del mercado; un dato que era esperado por analistas en medio de la incertidumbre provocada por el colapso de Silicon Valley Bank.
El dato de febrero también significó su nivel más bajo en 17 meses, es decir, desde septiembre del 2021, cuando fue de 5.4 por ciento anual.
En su comparación mensual, el Índice de Precios al Consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) estuvo en sintonía con las expectativas al mostrar un avance de 0.4 por ciento, menor al 0.5 por ciento de enero, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
El CPI alcanzó en junio del año pasado una tasa de 9.1 por ciento anual y desde julio empezó a enviar señales de enfriamiento, ante el apretamiento monetario aplicado por la Reserva Federal (Fed) que actualmente tiene su tasa en un rango de 4.50 a 4.75 por ciento.
En tanto, los precios subyacentes al consumidor de Estados Unidos aumentaron más de lo previsto en febrero, lo que dejó a la Fed en una posición difícil mientras trata de controlar una inflación aún acelerada sin aumentar la agitación en el sector bancario.
El índice de precios al consumidor que excluye alimentos y energía aumentó un 0.5 por ciento frente al mes anterior y 5.5 por ciento en términos interanuales, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados este martes. Los economistas consideran que la medida, conocida como IPC subyacente, es un mejor indicador de la inflación que el indicador general.
Ricardo Aguilar Abe, economista en jefe de Invex, prevé que la Fed incremente en 25 puntos base (pb) la tasa de referencia el 22 de marzo y no 50 pb como descontaba el mercado la semana pasada.
“A pesar del riesgo generado por SVB, es poco probable que la Fed se frene en la reunión de este mes si la inflación subyacente es casi 3 veces mayor al objetivo de 2.0% anual”, escribió Abe en Twitter.
Al interior de la subyacente persisten las presiones en la vivienda que mostraron un incremento mensual de 0.8 por ciento, desde 0.7 por ciento anterior, para situarse en 8.1 por ciento anual.
“El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de todos los artículos, y representó más del 70 por ciento del incremento”, indicó la Oficina.
Por su parte, la inflación en la energía disminuyó 0.6 por ciento mensual, tras un repunte de 2.0 por ciento en enero. A tasa anual se ubicó en 5.2 por ciento.
Mientras que los alimentosse desaceleraron a 0.4 por ciento mensual, luego de 0.5 por ciento previo, para llegar a 9.5 por ciento anual.
Con información de Bloomberg.