Los últimos avances en Inteligencia Artificial (IA) podrían llevar a la automatización de 300 millones de empleos en las economías avanzadas, una cuarta parte del trabajo realizado en Estados Unidos y la eurozona, según un estudio de Goldman Sachs.
El estudio del banco de inversión, publicado el lunes, se basó en un análisis de datos estadounidenses y europeos sobre las tareas que suelen realizarse en miles de ocupaciones diferentes.
Los investigadores Joseph Briggs y Devesh Kodnani partieron de la base de que sistemas “generativos” de inteligencia artificial, como ChatGPT, serían capaces de realizar tareas como completar las declaraciones fiscales de una pequeña empresa, evaluar una reclamación de seguros compleja o documentar los resultados de una investigación en el escenario de un crimen. No contemplaron la adopción de la IA para tareas más delicadas, como dictar una resolución judicial, comprobar el estado de un paciente en cuidados intensivos o estudiar la legislación fiscal internacional.
La conclusión a la que llegaron fue que la adopción de la IA puede causar “importantes trastornos” en el mercado laboral, exponiendo a la automatización al equivalente de 300 millones de trabajadores a tiempo completo en las grandes economías.
Los abogados y el personal administrativo estarían entre los más expuestos a perder sus trabajos, según el informe.
Los autores del estudio calcularon que aproximadamente dos tercios de los puestos de trabajo en EE.UU. y Europa están expuestos a cierto grado de automatización por IA, basándose en datos sobre las tareas que se realizan habitualmente en miles de ocupaciones.
La mayoría de las personas verían automatizada menos de la mitad de su carga de trabajo y probablemente continuarían en sus puestos, con parte de su tiempo liberado para actividades más productivas.
En Estados Unidos, esto se aplicaría al 63% de la población activa, según el estudio, mientras otro 30% de los que trabajan en actividades manuales o al aire libre no se vería afectado, aunque su trabajo podría ser susceptible de otras formas de automatización.
Pero alrededor del 7% de los trabajadores estadounidenses desempeñan trabajos en los que al menos la mitad de sus tareas podrían ser realizadas por IA generativa y son vulnerables a la sustitución.
El impacto será similar en Europa, según Goldman Sachs.
A escala mundial, aproximadamente una quinta parte del trabajo podría ser realizado por la IA. El impacto en las economías en desarrollo será menor porque en esos países los trabajos manuales representan una mayor proporción del empleo.
Las estimaciones de Goldman sobre el impacto son más conservadoras que las de algunos estudios académicos, que incluían los efectos de una gama más amplia de tecnologías relacionadas.
Un documento publicado la semana pasada por OpenAI, creadora de GPT-4, concluyó que el 80% de la mano de obra estadounidense podría ver al menos el 10% de sus tareas realizadas por IA generativa, basándose en el análisis realizado por investigadores humanos y el modelo de gran lenguaje de máquina (LLM) de la empresa.
Por otro lado, el banco de inversión afirmó que la IA podría desencadenar un auge de la productividad que acabaría elevando el producto interior bruto mundial anual en un 7% en un periodo de 10 años.
Además, calculó que si la inversión empresarial en IA siguiera creciendo a un ritmo similar al de la inversión en software en la década de 1990, la inversión estadounidense por sí sola podría acercarse al 1% del PIB de EE.UU. en 2030.
El informe avivará el debate sobre los riesgos de las tecnologías de IA. Esta semana un grupo integrado por académicos, expertos y ejecutivos como Elon Muskpidieron una pausa de seis meses en el desarrollo de sistemas más potentes, mientras otros expertos plantean amenazas para la democracia.