El presidente chino, Xi Jinping, presentó el viernes un gran plan para el desarrollo de Asia Central, desde la construcción de infraestructuras hasta el impulso del comercio, asumiendo un nuevo papel de liderazgo en una región que tradicionalmente ha sido una esfera de influencia rusa.
China está dispuesta a coordinar estrategias de desarrollo con Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, y a promover la modernización de todos ellos, dijo Xi en un discurso en una Cumbre China-Asia Central en el noroeste del país.
“Esta cumbre ha dado un nuevo impulso al desarrollo y la revitalización de los seis países, y ha inyectado una fuerte energía positiva a la paz y la estabilidad regionales”, declaró Xi más tarde en una rueda de prensa con sus pares centroasiáticos.
Esta es la primera cumbre de este tipo desde que se establecieron relaciones diplomáticas entre China y estos países en 1992, tras el colapso de la Unión Soviética.
Los intercambios comerciales de China con las cinco ex repúblicas soviéticas alcanzaron los 70,000 millones de dólares el año pasado y registraron un aumento anual de 22% en el primer trimestre del 2023, según datos de Pekín.
Esas ex repúblicas soviéticas ocupan un lugar central en el proyecto chino denominado Nuevas Rutas de la Seda.
Este plan, lanzado en el 2013 por Xi, es un desarrollo faraónico que busca construir carreteras, puertos, líneas de ferrocarriles e infraestructuras en el extranjero con capitales chinos.