El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) asegura que el crecimiento económico registrado por Tabasco y Chiapas es significativo para incentivar e impulsar la industria local, pero insuficiente para darle un mayor dinamismo a la economía mexicana en su conjunto.
En los últimos años, Tabasco y Chiapas destacan entre las entidades federativas con mayor crecimiento del producto interno bruto (PIB) y de la producción industrial, según el organismo dirigido por Carlos Hurtado López.
Tabasco vive el dinamismo de la actividad y derrama de gasto público en la producción de petróleo y de la construcción relacionada con la refinería de Dos Bocas, señala órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En Chiapas, el comercio al menudeo ha tomado un fuerte impulso, posiblemente relacionado con la importante entrada de remesas del exterior y las visitas turísticas después de la pandemia, expresa el centro de análisis e investigación económica.
El crecimiento de la construcción también ha influido en la recuperación económica de manera importante de Chiapas, añade el CEESP.
“A pesar de los significativos avances en Tabasco y Chiapas, su impacto a nivel nacional es reducido si se considera que en conjunto representan sólo 4.3% de la economía de México y (es aún) menor cuando se le compara con las entidades más representativas: CDMX, con 17.6%; Estado de México, con 9.1%; Nuevo León, con 7.7%, y Jalisco, con 6.9%”, detalla.
“Es urgente que se generen las condiciones para propiciar el florecimiento de la inversión productiva en el país, mediante más certidumbre, Estado de derecho y políticas que la faciliten”, apunta el CEESP.
Adicionalmente, para integrar a la economía y el valor agregado de los estados del sur-sureste, como Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, a las tendencias de inversión provenientes de la relocalización o nearshoring se requieren además mejores condiciones de infraestructura, logística y certidumbre política, entre otras, añade el think tank.
Preocupa estancamiento industrial
Después de tres meses al alza, la producción industrial no creció durante el primer mes del año, aunque fue 2.5% mayor al mismo mes de 2022 -el menor crecimiento anual en los últimos 10 meses-, recuerda el Centro.
De acuerdo con el reporte del Inegi, la producción industrial tuvo una ligera disminución (-0.01%) respecto a diciembre, cuando la estimación oportuna del Instituto anticipa un avance de 0.5%.
“Este comportamiento respondió en su totalidad a la disminución de 1% en la construcción, que se debió a la caída mensual de 8.6% en la construcción de obras de ingeniería civil, principalmente infraestructura”, agrega.
Detalla que la observación es de sólo un mes, pero preocupa la posibilidad de un nuevo estancamiento de la inversión.
“Aun cuando su indicador durante todo 2022 creció 6.0%, aún no logra recuperar lo perdido en lo que va del sexenio y es aún 8.3% menor respecto a 2018”.
“Es posible que la caída de la construcción en enero esté relacionada con una contracción de la inversión pública. De acuerdo con la información de las finanzas públicas, el gasto de la inversión física del sector público en enero pasado fue 13.6% menor en términos reales al de un año antes”, destaca el CEESP.