Villahermosa, Tab.— En medio de la calle Benito Juárez, en Macuspana, Tabasco, la señora Mayra Morales da clases a una veintena de estudiantes. Todo pareciera normal, pero lo hace en la calle porque dos de sus hijos y otros 300 alumnos carecen de maestros y aulas seguras.
Entre autos, caseríos, el intenso calor y el peligro, los padres de familia comenzaron una protesta el pasado lunes, en demanda de un nuevo centro educativo porque el actual, denuncian, está a punto de colapsar.
En la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador, los inconformes piden al Mandatario federal su intervención porque han sido ignorados desde hace tres años y dicen estar cansados de mendigar aulas prestadas. “¿Por qué nos mienten, por qué nos engañan?”, reclamó Yuliana Narváez, mientras otra madre secundó su molestia: “No es justo en la calle, y en el sol”.
Los alumnos de la Escuela Primaria José N. Rovirosa 2 y sus padres cuestionaron a las autoridades municipales, estatales y federales la remodelación en tiempo récord del estadio municipal de beisbol, cuando el sector educativo “está por los suelos”.
Villahermosa, Tab.— En medio de la calle Benito Juárez, en Macuspana, Tabasco, la señora Mayra Morales da clases a una veintena de estudiantes. Todo pareciera normal, pero lo hace en la calle porque dos de sus hijos y otros 300 alumnos carecen de maestros y aulas seguras.
Entre autos, caseríos, el intenso calor y el peligro, los padres de familia comenzaron una protesta el pasado lunes, en demanda de un nuevo centro educativo porque el actual, denuncian, está a punto de colapsar.
“¡No, no se vale! Presupuesto hay. ¿Por qué no vemos resultados en Macuspana, cuando es el municipio de nacimiento del Presidente?”, insistió Yuliana.
Para iniciar clases al aire libre, padres e hijos cierran la avenida Juárez y Rovirosa, acomodan pupitres en mal estado, cuelgan lonas y a falta de maestros que, por instrucciones de la Secretaría de Educación de Tabasco, no asisten, las madres los educan.
“Creo que el Presidente de la República su prioridad era la educación y es lo que estamos exigiendo, pero en aulas dignas ”, manifestó Mayra Morales.
El centro escolar tiene 60 años. Es de los más antiguos en la cabecera municipal, las paredes y pintura en aulas y sanitarios caen a pedazos, la humedad es visible, tiene grietas causadas por el sismo de 2017. El peligro se asoma por todos lados.
Tras verificar los daños en 2021, Protección Civil municipal exhortó a las autoridades educativas a corregir las fallas, porque son “un riesgo para alumnos, padres de familia y docentes”.