La actual gerencia de la Fórmula 1 no cesa en sus insistentes intentos por introducir experimentos que a la postre puedan acabar convirtiéndose en cambios reales en la categoría, en el lapso de unos años de adaptación. Prueba de ello es el batallado sistema de fin de semana al Sprint, y que hasta el momento sigue siendo muy cuestionado por el escaso valor que ha aportado en todas las ediciones que se han celebrado adoptando este formato, salvo las llevadas a cabo en el Autódromo José Carlos Pace de Brasil.
Además de los seis sábados con carrera al Sprint que veremos esta temporada, las clasificaciones de 2023 se reservarán una sorpresa más con la que la F1 probará cosas distintas con vistas a asentarse de forma permanente. En este caso, se trata del formato de clasificación en el que solo se podrá usar la goma dura en Q1, la media en Q2, y finalmente, el compuesto blando en Q3. Cambio pintoresco que como era de esperar ha generado el escepticismo de varios, entre ellos los dos pilotos de Red Bull.
Verstappen no le ve sentido
De este modo, el actual Campeón prefirió iniciar su respuesta en un tono humorístico: “Espero que no haga frío en Imola, de lo contrario, será complicado”, sentencia el neerlandés, en referencia a la primera de las pruebas bajo este formato y que ya se conoce cuando se disputará.
“No creo que tengamos que hacer este tipo de cosas en la clasificación. Realmente no veo el beneficio de ello”, mantiene el piloto de Red Bull, quien después de todo, preferiría que la F1 centrase su mirada en otros modos por los que mejorar la categoría:
“Es mejor si nos aseguramos de que todos los coches estén cerca unos de otros y sean más competitivos, en lugar de condimentar las cosas de esa manera, lo que creo que es probablemente por el show”, sostiene el autor de la primera pole y victoria de la nueva temporada, recriminando la filosofía con la que la F1 inserta estos experimentos ‘superfluos’ en opinión del bicampeón.
Pérez, igualmente escéptico
En una tónica similar se expresó su compañero de equipo, Checo Pérez, quien también ve en esta maniobra la búsqueda de un espectáculo por una vía innecesaria: “Sí, solo creo que es por el show. Creo que no necesitamos eso”, mantiene el mexicano quien no ve fallas en el sistema actual:
“Cuando ves la calificación que tuvimos [en Bahrein], lo cerca que estuvo todo, realmente no necesitas cambiar nada”, asegura Pérez, refiriéndose a la primera qualy de la temporada en la que si bien es cierto que existió más rivalidad, esta no afectó en nada a los pilotos de Red Bull, claros dominadores de la prueba.
“Ya veremos una vez que lo probemos, pero no creo que haya necesidad de cambiar algo que funciona bien”, finaliza el piloto mexicano de Red Bull, quien se muestra igualmente desconfiado del éxito que pueda suponer este experimento que a priori forzará a sacar lo mejor de los pilotos incluso a una vuelta –donde habitualmente el potencial del coche suele ser más determinante–, y sembrará a lo largo de las tres rondas un panorama cambiante y de incertidumbre que podría hacer más inesperados los eliminados en cada sesión y en definitiva la definición de la parrilla para el día siguiente.