A pesar de que el precio del petróleo se mantendrá en niveles altos este año, la calificadora S&P no anticipa un mejor panorama crediticio para México, uno de los grandes productores de crudo en América Latina.
El analista de soberano para la región en la firma, Joydeep Mukherji, observó que los altos precios del petróleo no han sido capitalizados en México porque la producción se ha mantenido estable y el gobierno ha optado por una renuncia fiscal para subsidiar el precio de los combustibles.
Al participar en el primer webinar del año sobre la tendencia de las calificaciones para la región en el 2023, acotó además que México dejó de ser un exportador neto de petróleo.
En el balance se ha diluido la ganancia que podrían dejar mayores ingresos de petróleo por el precio internacional, que en cambio sí se ha presentado para otros productores de petróleo y para empresas del sector.
Cifras de la Secretaría de Hacienda muestran que el año pasado el gobierno federal renunció a recaudar 373,000 millones de pesos, consecuencia del estímulo fiscal al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas.
El analista no abundó en la situación financiera de la petrolera mexicana, pues su participación se centró en las condiciones de la región en general.
Sin embargo, resaltó que este año prevalecerá un endurecimiento de las condiciones financieras, resultado de las altas tasas de interés, lo que dijo, sí tendrá un impacto en el manejo de administrativo de los emisores que tienen obligaciones y vencimientos importantes.
Apenas el viernes, la calificadora Fitch detalló que la petrolera mexicana Pemex tiene necesidad de refinanciamiento de casi 30,000 millones de dólares de aquí al 2026.
Mukherji explicó que el caso es similar para Colombia, quien tampoco ha conseguido capitalizar los beneficios del alto precio del crudo y también está subsidiando a los combustibles.
El analista de soberano para la región en la firma, Joydeep Mukherji, observó que los altos precios del petróleo no han sido capitalizados en México porque la producción se ha mantenido estable y el gobierno ha optado por una renuncia fiscal para subsidiar el precio de los combustibles.
Al participar en el primer webinar del año sobre la tendencia de las calificaciones para la región en el 2023, acotó además que México dejó de ser un exportador neto de petróleo.
En el balance se ha diluido la ganancia que podrían dejar mayores ingresos de petróleo por el precio internacional, que en cambio sí se ha presentado para otros productores de petróleo y para empresas del sector.
Cifras de la Secretaría de Hacienda muestran que el año pasado el gobierno federal renunció a recaudar 373,000 millones de pesos, consecuencia del estímulo fiscal al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas.
El analista no abundó en la situación financiera de la petrolera mexicana, pues su participación se centró en las condiciones de la región en general.
Sin embargo, resaltó que este año prevalecerá un endurecimiento de las condiciones financieras, resultado de las altas tasas de interés, lo que dijo, sí tendrá un impacto en el manejo de administrativo de los emisores que tienen obligaciones y vencimientos importantes.
Apenas el viernes, la calificadora Fitch detalló que la petrolera mexicana Pemex tiene necesidad de refinanciamiento de casi 30,000 millones de dólares de aquí al 2026.
Mukherji explicó que el caso es similar para Colombia, quien tampoco ha conseguido capitalizar los beneficios del alto precio del crudo y también está subsidiando a los combustibles.
Deuda de gobierno, legado de pandemia
En el webinar explicó que el panorama soberano para las economías de la región es heterogéneo y depende de sus condiciones financieras particulares.
Varios gobiernos de la región aplicaron estímulos fiscales en la pandemia que generaron presiones públicas en países como Chile y Perú.
“La deuda de los gobiernos es un legado de la pandemia y el contexto de altas tasas de interés es un factor de riesgo para quienes tienen vencimientos para este año y el próximo”, resaltó.
Es una historia diferente por cada país de la región, subrayó. De hecho presentó un comparativo de la deuda de gobiernos de América Latina y ubican a la de México con un aproximado de 42 puntos del PIB. En contraste, la de Brasil es equivalente a 65 puntos del PIB y la de Colombia se encuentra cerca de 58% del PIB.