Especialistas en seguridad consideran que cada día existen más pruebas de que en México se produce fentanilo por parte del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Ayer domingo, el periódico EL UNIVERSAL dio a conocer que la ruta del tráfico de precursores químicos ilegales para producir fentanilo en México empieza en el puerto de Shanghái, China.
El reportaje señala que bidones con estos químicos se ocultan en mercancía legal en buques de carga y una vez que llegan a costas mexicanas del Pacífico, se les coloca un sistema de ubicación satelital. Después los arrojan a mar abierto y son recogidos por pescadores que los llevan a tierra firme.
Para Raúl Benítez Manaut, experto en temas de seguridad y Fuerzas Armadas e integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM (Cisan), el problema es que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo niega y culpa a China, entonces el país asiático responde que produce fentanilo legal para la industria médica y que el ilegal no lo controlan.
En “México [se] produce fentanilo, pues usa precursores y el producto final para hacerlo pastillas aquí se elabora”, dijo. Resalta que para combatir esta situación se requiere una estrategia basada en inteligencia y voluntad política y así enfrentar a las organizaciones criminales. Subraya que se debe admitir que sí se produce el opioide sintético, que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina, ya que la Marina y el Ejército lo reconocen, pues han hecho reportes informando que desmantelan laboratorios de fentanilo.
“Se necesita más eficacia, más contundencia, las organizaciones criminales tienen mucho apoyo social, empresarial, les lavan el dinero, pues que el gobierno vaya golpeado cadenas completas que van desde el lavado de dinero hasta células de sicarios, laboratorios, también es cierto que han hecho esfuerzos importantes, pero se requiere más”, señala.
Elba Jiménez Solares, profesora del Instituto Nacional de Ciencias Penales coincide con Benítez Manaut que en México se fabrica el opioide; recuerda que hace un par de meses la Marina dio un golpe contundente al asegurar un laboratorio clandestino, en Culiacán, Sinaloa, donde presuntamente se elaboraban drogas sintéticas como crystal y fentanilo.
Comenta que tenemos tratados internacionales en la materia, el detalle es que muchos no se están cumpliendo y hay corrupción. “Siempre hay personas que no ven cuando se trafica con drogas y lo dejan pasar, tenemos tratados y un marco jurídico internacionales, pero no se aplican, además es una falta de coordinación que se da entre la DEA y el FBI [agencias antidrogas y policiales de Estados Unidos] porque en su interior están en pugna.
“Aparte hay una barrera que ha impuesto México en el sentido de que no está permitiendo mucho intercambio de información con la DEA por las políticas del actual gobierno”, externa.
Tonatiuh Fierro, candidato a doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y maestro en Asia y África, con especialidad en China por El Colegio de México, insiste en la necesidad del trabajo conjunto de EU, México y China; sin embargo, por el contexto de tensiones entre Beijing y EU es difícil. “Tenemos que ser prudentes con la investigación de la Marina y ver cuánto fentanilo se introduce en México, el monto es incierto y no hay cifras adecuadas”. agrega.