Antonio Ceja
Lo ha dicho decenas de veces: “soy ave que cruza el pantano sin manchar sus alas”; así se autodescribe Andrés Manuel López Obrador cuando se le acusa de cualquier asunto relacionado con su gestión. Lejos de aceptar y corregir el rumbo, el presidente, en éstos casi cinco años de administración transformadora, nunca jamás él ha sido responsable de omisiones e irresponsabilidades de sus actos y, todo, lo relega a sus sumisos funcionarios para que sean ellos quienes paguen los platos rotos; en pocas palabras, AMLO es un cobarde incapaz de enfrentar la realidad que vive el país enfocando sus baterías en aplicar un trabajo destructor a personas y organismos que no acepten sus órdenes.
Para muchos, la pandemia de Covid en México pasó a mejor vida luego de que, por fortuna, seguimos vivos para seguir adelante con nuestras vidas, pero muchos mexicanos no pueden decir lo mismo ya que perdieron a uno o varios familiares debido a un manejo irresponsable de la crisis sanitaria que, al final dejó casi 700 mil fallecidos por el virus lo que colocó al país el tercer lugar mundial por el mal manejo de la emergencia sanitaria.
Bautizado como “Doctor Muerte”, el subsecretario de salud federal Hugo López-Gatell enfrenta hoy una investigación de parte de la FGR que fue promovida por un familiar de un ciudadano que falleció víctima de Covid alegando negligencia del sector salud federal antes y durante el azote de la pandemia en nuestro país.
El que va a pagar los platos rotos de la indiferencia sanitaria es López- Gatell y todo, por no actuar bajo los principios hipocráticos de defender la salud sino atendiendo órdenes de López Obrador de minimizar al Covid y calificarlo como una simple gripa que se puede evitar “portándose bien” o comiendo mole de guajolote como lo sugirió el fallecido gobernador de Puebla Miguel Barbosa.
“Como anillo al dedo”
La frase, una vez que el Covid llegó a nuestro país, efectivamente, le cayó al gobierno de Obrador como una gran oportunidad de fomentar su imagen bajo el esquema populista de crear un problema, dejarlo correr y después presentarse, ante la desolación, como adalid y salvador del pueblo.
Todos recordamos las nefastas palabras de AMLO avaladas por el “Doctor Muerte” López-Gatell: “salgan, diviértanse” o aquella donde decía “abrácense, bésense; no pasa nada” o el absurdo detente:
“El escudo protector es como el detente (…) El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el no permitir la corrupción (…) detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”.
Ignorante, AMLO acusa de recibo el impacto de la pandemia que minimizó hasta donde pudo: la quiebra de 1.6 millones de negocios y la mortandad innecesaria de mexicanos que cayeron en el discurso populista de su mesías, finalmente se dieron cuenta de la realidad que nunca enfrentó el presidente y les pasó factura tratando de entender cómo se llegó a ello.
Dándole todo el poder del manejo de la epidemia de convid en México, AMLO se lavó las manos, como siempre y le dejó al “Doctor Muerte” que se haga bolas, pero bajo las órdenes del macuspano de desestimar el impacto de la enfermedad.
Hoy, López- Gatell enfrenta una de las que serían miles de denuncias ante la FGR por ser el causante de la muerte innecesaria de mexicanos por el mal manejo de la información referente al Covid. Tendrá que enfrentar, el solo, esa acusación debido a que él solo obedecía órdenes emanadas del loco macuspano en lugar de aplicar sus conocimientos médicos para que el Covid no causara estragos entre el amado pueblo que tanta preocupación le causa a la 4t.
Sabemos, de antemano, que la denuncia contra el “Doctor Muerte” dormirá el sueño de los justos porque Alejandro Gertz es alfil y títere de AMLO y le tapa todo a él y a aua funcionarios. Sin embargo, existen denuncias internacionales contra Hugo por el mismo motivo y, tarde que temprano, él y otros funcionarios tendrán que pagar el dolor causado solo por obedecer a López Obrador en función de defender a la 4t.
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