Antonio Ceja
El adalid de la austeridad y la pobreza franciscana cayó nuevamente en las garras del Covid-19, al menos, eso es lo que dicen los funcionarios cercanos al presidente mexicano; que está bien pero aislado, que pronto estará de nuevo encabezando las conferencias mañaneras y haciendo sus chistoretes para agrado de sus seguidores, etcétera.
Sin embargo, el austero tabasqueño no se atiende en los hospitales del IMSS. Bienestar sino que busca la mejor atención de especialistas del mundo. Fuentes extraoficiales han especulado que un avión del ejército viajó a Carolina EEUU para traer a México a un pánel de médicos para atender al macuspano no de Covid- 19 sino de sus constantes problemas cardiovasculares que ni los médicos cubanos pueden entender.
Lo anterior, se da en el marco de la desaparición, ayer, del INSABI, programa emprendido meses después de tomar el poder donde López Obrador luego de que decide cancelar, por corrupción e ineficiencia, el Seguro Popular que atendía casi a 54 millones de mexicanos que no estaban afiliados a servicios médicos dejando esa atención al ya de por si maltrecho IMSS triplicando la carga de pacientes a ese organismo tripartita.
López Obrador ha generado una crisis sanitaria que ha dejado más de 1 millón de muertos por falta de medicamentos, atención médica deficiente y por la estrategia de compra de medicinas frenada por intereses populistas.
El macuspano no ha entendido que la salud de los mexicanos va más allá de intereses partidistas o filias políticas; es un Derecho consagrado en la Constitución en el Artículo 73 fracción XVI que reza:
“Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución”.
Pero por lo visto, solo el presidente y sus allegados tienen sus Derechos de salud asegurados y recurren a sus influencias, como es el ejército mexicano, se ponen a la disposición oficial para atender la salud presidencial: cuando la familia de Obrador enfermó de Covid-19, el ejército procuró de medicamentos que en el país no estaban autorizados, fueran llevados a palacio nacional como el Rendisivir mismo que fue aplicado a la familia presidencial. En su primer infarto, obrador se atendió en el costoso Hospital Ángeles y en su segunda caída, el ejército montó en palacio nacional una unidad de cuidados intensivos para atenderlo de forma más cercana.
Datos médicos señalan que aumentó en un 40 por ciento el número de personas que dejaron de recibir atención médica en los últimos tres años de la actual administración y hasta hoy, no se cuenta con un programa serio que, al menos, mantenga los beneficios médicos hasta antes del 2018; las cifras son alarmantes en materia de salud y los experimentos para darle a los mexicanos un sistema de salud “como el de Dinamarca” has fracasado por la ignorancia presidencial.
La desaparición del INSABI
El IMSS es una institución que atiende a los trabajadores del sector patronal y se mantiene con las cuotas respectivas que son descontadas del SALARIO de los mismos trabajadores. Con 1.6 millones de afiliados, ahora, el IMSS- Bienestar tendrá la casi imposible tarea de atender a los 53 MILLONES de ciudadanos afiliados al desaparecido programa lo que pondrá en serios aprietos a los mexicanos que caigan en enfermedad. El IMSS ha dejado de surtir 10 millones de recetas total o parcialmente desde que inició el gobierno de Obrador. La crisis, se debió a la ruptura, por presunta corrupción, de los proveedores oficiales y se cambió el sistema por las llamadas “compras consolidadas” que no es otra cosa que el regateo para conseguir mejores precios en medicamentos e insumos para los hospitales públicos. Esa estrategia, genera retraso en las compras y cuando se concretan, se hacen en países tal lejanos como la India donde el control de los fármacos son de dudosa calidad.
Los Estados que se acogieron al programa del INSABI, todos morenistas, deberán rascarse con sus propias uñas y atender a varios miles de millones de afiliados al cancelado programa médico lo que, seguramente, empeorará la atención médica en los hospitales del IMSS y los públicos.
Pero López Obrador tiene otros datos: él, su familia y su gabinete atienden su salud con lo mejor del mundo de la medicina.
Para saber más:
https://www.eleconomista.com.mx/politica/Sin-surtir-casi-10-millones-de-recetas-durante-2022-en-el-Seguro-Social-20230112-0002.html
https://aristeguinoticias.com/0101/mexico/adios-al-seguro-popular-insabi-funcionara-a-partir-de-este-1-de-enero/
https://politica.expansion.mx/mexico/2023/04/26/que-pasara-con-el-insabi-tras-su-desaparicion