Las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador causaron revuelo en la comunidad médica en México: “Voy a pedir a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo, a ver si es posible”.
De inmediato, médicos se hicieron notar en redes sociales con diversas posturas, varias de ellas coincidentes, en torno a lo dicho por el presidente López Obrador, principalmente porque este mensaje fue lanzado sin el respaldo del secretario de Salud, Jorge Alcocer o del subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell.
En un video publicado por la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), su titular, Gady Zabicky Sirot, explicó en 2021 de manera general sobre el fentanilo y su uso, detallando que su uso en todo el mundo es principalmente dentro de laboratorios, quirófanos y para pacientes que presentan problemas de dolor.
“Pero si lo usamos erróneamente, el fentanilo es prácticamente un veneno. Tiene una gran capacidad para generar dependencia, para generar sobredosis y para conducir a las personas a la conducta inyectora que de por sí es muy problemático”.
En esa publicación el funcionario federal manifestó la necesidad de defender su uso para la medicina, y abatirlo como una droga lúdica. Estas declaraciones van completamente en dirección contraria a lo solicitado por el presidente López Obrador, quien incluso ha reclamado que los gobiernos no den información sobre este fármaco a su población.
Y recientemente, dijo que pedirá a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de que el fentanilo médico pueda dejar de usarse y, en cambio, explorar la posibilidad de sustituirlo con otros analgésicos.
“Si lo hacemos en México, vamos a pedir que lo hagan en Estados Unidos, que también lo prohíban para usos médicos”, dijo el mandatario, para asegurar que si este fármaco está prohibido, con ello se erradica la posibilidad de que se importe.
A diferencia de Estados Unidos, México no cuenta con un compendio específico en donde se proporcione información básica en torno al fentanilo. En este punto, en Estados Unidos los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), explican que es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina.
Antes que lanzar una advertencia sobre su consumo, los CDC indicaron que se ha detectado este fármaco en su disposición para su consumo en tipo farmacéutico y aquel que es fabricado de manera ilícita, aunque en ambos casos es considerado como un opioide sintético.
Otros datos relevantes presentados por los Centros para el Control de Enfermedades es que se es posible acceder a él en diversas formas, como líquido y polvo, aunque hace unos meses se informó que las pastillas están siendo presentadas con distintos colores, adoptando el nombre de “fentanilo arcoíris”
A ello sumó que en ocasiones esta droga es mezclada con otras y se le da forma similar a la de otros fármacos a los que se puede acceder mediante una receta. Su capacidad, altamente adictiva, ha llevado a la muerte a más de 150 personas por sobredosis con opioides como el fentanilo al día, según autoridades estadounidenses.
En México, todavía en 2017, rumbo al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, se liberaron 34 nuevas moléculas para un paquete de medicamentos y su venta en el mercado mexicano. Estos fármacos permiten enfrentar enfermedades como diabetes, infartos agudos al miocardio, tumores malignos, neumonía, enfermedades del hígado y pulmonares.
Sin embargo, uno de estos fármacos, del cual no se dijo su nombre, tiene como sustancia activa el fentanilo, usado para el tratamiento del dolor en pacientes oncológicos, por lo cual, en ese entonces, se advirtió la necesidad de colocarlo bajo una “robusta estructura regulatoria”.
De acuerdo con la Comisión Interinstitucional del Cuadro Básico y Catálogo de Insumo del Sector Salud, del 2022, el fentanilo es usado tanto para analgesia como anestesia, en solución inyectable para anestesia general o local, así como para el tratamiento de dolor de moderada intensidad durante una cirugía.
En el caso de los adultos, se administra de 0.05 a 0.15 microgramos por kilo de peso corporal; y algo que no ocurría, se permite su uso para niños. En el documento publicado en mayo de 2022, se indica que la dosis se mantendrá a juicio de un especialista, y diluido en soluciones intravenosas envasadas.
Anteriormente, el fentanilo en México era utilizado para analgesia con parche, para “dolor crónico; síndrome doloroso; dolor intratable que requiera de analgesia opioide”.
¿Es posible erradicar el fentanilo de los tratamientos médicos?
Después de las declaraciones del presidente López Obrador, médicos y especialistas en redes sociales afirmaron que esto no es posible, y que en caso de eliminar su uso se estaría dejando a los pacientes sin armas para lidiar con dolores.
Al respecto, el doctor Alejandro Macías, reconocido por ser el zar de la lucha contra la influenza AH1N1, afirmó que “por desgracia, actualmente no es posible sustituirlo, particularmente en anestesia”.
A él se sumaron otros médicos que consideraron que el prohibir el uso de fentanilo para uso médico “es inhumano”.
Xavier Tello, especialista en políticas públicas en materia de salud, dijo que los pacientes con enfermedades crónicas, oncológicas, terminales, traumáticas y postquirúrgicos requieren de “más y mejor acceso a analgésicos potentes, incluyendo opiáceos”.
Mientras que especialistas anestesiólogos, como el Doctor Isaac Chávez, dijo que la propuesta del presidente es como “dejar de usar maíz para hacer tortillas”. Y aunque afirmó que es posible sustituir este fármaco por otro, bajo los mismos efectos, sería muy difícil.
El médico aseguró que como anestesiólogo lo usa casi diario en sus pacientes, y afirmó que el fentanilo no solo es “popular” por la potencia de su efecto, sino también por su farmacocinética , esto es, el proceso de absorción que el cuerpo tiene sobre él y su eliminación.
De acuerdo con este médico, el fentanilo para uso médico es asequible. Por ejemplo, de acuerdo con el portal de compras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2021, sus delegaciones han comprado una ampolleta o frasco con citrato de fentanilo equivalente a 0.5 microgramos de fentanilo, en envase con 6 ampolletas o frascos ampula con 10 mililitros, en un costo de 100 pesos.
El anestesiólogo dijo que hay otros medicamentos que pueden usarse, estos son Sufentanil, que en una consulta en páginas de farmacias en México, su venta en caja con cinco parches con 8.4 microgramos de fentanilo tiene un costo superior a los 7 mil pesos.
Mientras que el remifentanilo, tiene un costo de más de mil 600 pesos, en su venta en caja con 5 frascos de ampula, con 2 microgramos.
Sobre su propuesta de sustituir el fentanilo por otros analgésicos, el presidente López Obrador aseguró que informará sobre los resultados que se obtengan, y aprovechó para lanzar un llamado para que médicos y científicos puedan hacer saber sus comentarios sobre la viabilidad de la propuesta.